Tiene todavía dos jornadas por delante la Real Sociedad para imponerse en la clasificación a Athletic y Villarreal y colocarse quinto, firmando así su mejor actuación en el último lustro. Los donostiarras han mantenido cierta regularidad esta temporada, circunstancia que no se produjo en años anteriores y que condenaba al equipo a tierra de nadie, sin ambiciones y con un conformismo demencial. Esta situación ha cambiado con Eusebio y ahora los de San Sebastián afrontan el reto de sumar los seis puntos que restan, con el fin de jugar la Europa League la próxima campaña.

Los vascos, además, suman cuatro partidos consecutivos sin conocer la derrota, con tres victorias y un empate, por lo que la inercia positiva está ahí y solo queda darle continuidad. La vuelta de William Jose al equipo, además, ha devuelto el poderío ofensivo a los de Anoeta. El poderío en casa, donde solo han perdido cuatro encuentros, es otro de los argumentos a favor de los guipuzcoanos.

El problema para los de Eusebio es que se verán las caras frente a un equipo que se encuentra en un estado de forma extraordinario. El Málaga de Michel es, a día de hoy, uno de los mejores conjuntos de Primera división ya que encadena cuatro victorias consecutivas, en las que han marcado un total de once goles, cifra escandalosa para un equipo que llevaba toda la temporada coqueteando con los puestos de descenso. Los andaluces, además, cuentan con el jugador revelación de la Liga, que no es otro que Sandro. Multitud de equipos de todo el continente pelean por hacerse con sus servicios, sabedores de que su clausula de rescisión es de apenas seis millones de euros. El ex punta culé ha sido el alma del ataque malaguista y de hecho el bajón del club de la Costa del Sol coincidió con los meses que este futbolista pasó alejado de los terrenos de juego por lesión.

Atraviesan ciertos apuros Deportivo y Betis en la tabla clasificatoria a pesar de que sus trayectorias están siendo diametralmente opuestas en los últimos encuentros. Mientras que los verdiblancos cayeron de forma estrepitosa el pasado viernes frente a la Real Sociedad, los coruñeses parecen haber levantado el vuelo desde que Pepe Mel se hizo cargo del equipo hace dos fechas.

Mel, de hecho, se verá las caras frente a su equipo del alma, al que entrenó hasta en dos ocasiones en el pasado reciente, siendo destituido en ambas por los malos resultados. Sin embargo, el técnico madrileño siempre dejó buen sabor de boca en la grada gracias a su apuesta por el buen fútbol, algo que espera lograr instaurar poco a poco en el seno de la plantilla blanquiazul. Por ahora, de los últimos seis puntos disputados los gallegos se han hecho con cuatro de ellos, alejándose de la zona de descenso y respirando con alivio tras verse muy cerca del abismo antes de la destitución de Gaizka Garitano. Ahora, los de Riazor quieren brindar tranquilidad y alegría a su gente y una victoria sobre los andaluces serviría para incorporar otro rival a la pelea por la permanencia y para abrir aun más hueco respecto a Sporting, Granada y Osasuna.

Los de Víctor Sánchez del Amo, por su parte, necesitan levantarse con presteza tras la nueva derrota sufrida la pasada jornada. Los sevillanos están siendo incapaces de encadenar dos victorias consecutivas y sus rachas positivas son sumamente exiguas, por lo que es necesario sumar al menos de forma alternativa para no encontrarse con problemas en el tramo final de la temporada. El conjunto bético está desplegando un fútbol interesante, pero para ello necesita que el contrincante sea pasivo en la presión puesto que una línea adelantada le hace sufrir en exceso. Este miércoles, con hombres intensos con Florin Andone mordiendo arriba, será difícil que los de Víctor encuentren una salida rápida para iniciar jugada desde atrás.