Atraviesa el Athletic una grave crisis tanto futbolística como de identidad, tal y como demuestran sus pésimos resultados en las últimas tres jornadas de Liga. El equipo vasco no ha ganado uno solo de dichos encuentros y solo fue capaz de puntuar contra el Málaga el pasado fin de semana, equipo que sumaba cero puntos hasta el momento de doce posibles. En Primera División ya han caído las cabezas de Escriba y Zubeldia y el Cuco Ziganda podría ver peligrar la suya propia si el juego del equipo no comienza a resultar convincente en próximas fechas. De hecho, Gaizka Garitano entrena al segundo equipo bilbaíno y espera agazapado una oportunidad para cumplir su sueño y entrenar al plantel rojiblanco.
Así pues, la Europa League puede ser una vía de escape para el club de San Mames, sobre todo si sigue alejándose preocupantemente de las seis primeras posiciones en Liga. Es urgente mejorar el abanico de alternativas con la pelota en los pies, que es cuando más está sufriendo el equipo de vizcaíno. En los encuentros en los que el rival es superior y toca replegarse, los automatismos y los engranajes del Cuco Ziganda funcionan a la perfección ya que está acostumbrado a desplegar ese tipo de juego, sin embargo en los momentos en los que el rival también busca protegerse comienzan los problemas.
El Zorya, además, uno de los clubes más humildes del continente europeo, es seguro que planteará un encuentro en el que la pelota la pertenecerá de inicio a fin al conjunto de San Mames. Por ello, y por la debilidad del equipo, es factible que Ziganda aproveche para introducir cambios y opciones diversas que hagan más efectivo su ataque. Y es que a Aduriz comienza a acabársele la gasolina mientras que el ingenio de Williams y Muniain parece insuficiente para afrontar los próximos años.