Vive un momento crítico el Málaga de Michel, que ha sumado un pírrico punto en las nueve primeras jornadas de competición. La Primera División es una categoría sumamente igualada, especialmente por la parte de debajo de la clasificación, por ello es importantísimo que el conjunto malacitano no deje escapar un solo punto más, sobre todo en casa, si no desea verse en las llamas de la categoría de plata y sin opciones de salvarse antes de tiempo.
Para conseguirlo, lo esencial es que el técnico madrileño logre cambiar el ambiente que se respira en el vestuario blanquiazul y que con sus declaraciones no ayuda a animar. Es imprescindible que el entrenador sea el líder y el carismático ejemplo en el que deben fijarse los futbolistas, por ello no es de recibo que el ex entrenador de Sevilla u Olympiakos se dé por vencido mientras quede margen de maniobra. Y de hecho resta mucha Liga, multitud de partidos y si logra vencer al Celta este domingo se daría un paso importante, tanto en la tabla como en autoestima, para lograr la salvación.
Los vigueses, por su parte, tampoco atraviesan un buen momento clasificatorio aunque futbolísticamente están creciendo poco a poco. Juan Carlos Unzué comienza a hacer partícipes a sus jugadores de sus ideas, y los automatismos comienzan a aparecer en cada encuentro. El pasado fin de semana, contra el Atlético de Madrid, el conjunto celeste cuajó un gran encuentro y sometió a los rojiblancos, aunque no encontró el camino hacia el gol y cayó derrotado. La falta de acierto de cara a puerta rival cuando Maxi Gómez o Iago Aspas no aparecen se está convirtiendo en un problema y el técnico del club gallego debe buscar alternativas para que Pione Sisto, Guidetti, o Emre Mor rompan con ese absentismo goleador, algo para lo cual necesitan gozar de más minutos.