Derbi vasco entre dos equipos que afrontan propósitos sumamente diferentes en este tramo final de la temporada. Mientras que el Alavés tiene como objetivo llegar a la final de la Copa del Rey en las mejores condiciones posibles, el Athletic pelea por alcanzar un puesto entre los seis mejores clasificados, peleando de tú a tú contra equipos poderosos como Villarreal o Real Sociedad.
Es curioso el caso del conjunto vitoriano, que ha completado una temporada fantástica salvándose mucho antes de llegar a las últimas jornadas, pero que sin embargo se ha llevado las críticas de una parte importante de la grada. El equipo dirigido por Pellegrino ha jugado varios partidos a un nivel deplorable y eso provocó que un sector de la hinchada pidiese mucho más a los suyos. Esto puede ser comprensible si se contempla desde la perspectiva de que el equipo de Álava cuenta con grandes jugadores capaces de dar mucho más. El problema es que en Mendizorroza se corre también el riesgo de alcanzar un nivel de inconformismo en el que no se valore lo conseguido hasta que vuelvan los tiempos malos que tan recientes están en la memoria de los aficionados del Glorioso. En cualquier caso, este encuentro será clave no solo por ser un derbi sino porque los suplentes habituales del equipo están demostrando en muchas ocasiones contar con más hambre que los teóricos titulares, por lo que Pellegrino debería tener en cuenta este aspecto de cara al once que disponga frente al Barcelona en Copa.
Los bilbaínos, por su parte, han de cosechar un buen resultado en la capital vasca si quieren evitar que la Real Sociedad, otro conjunto de Euskadi, les dé caza en la clasificación. Para ello cuenta Ernesto Valverde con sus jugadores en plena forma, sobre todo después de las rotaciones que llevó a cabo el pasado fin de semana contra el Celta, dejando a hombres importantes como Susaeta o Aduriz en el banquillo.