Está el Celta muy cerca de volver a hacer historia en la Europa League, competición que conoce bien ya que hace algo más de un lustro ya rondó eliminatorias avanzadas año tras año, sin conseguir hacerse con el título. Esta temporada, en cambio, las sensaciones son muy positivas y los rivales algo débiles, por lo que, a excepción del Manchester United de Jose Mourinho, los de Eduardo Berizzo parecen tener el camino relativamente despejado hasta la gran final. El problema es que los gallegos tienden a relajarse cuando menos conviene, como sucedió en dieciseisavos y en octavos de final frente a Shakhtar y Kuban, respectivamente. Ahora, en la vuelta de cuartos contra el Genk, los vigueses cuentan con una oportunidad de oro para convertirse en uno de los mejores equipos del continente. Los españoles ganaron en Balaidos y cuentan con una pequeña ventaja de cara al partido en Bélgica. Sin embargo, un tres a dos es fácilmente remontable por un rival que ya demostró en tierras celestes que puede dar la sorpresa.
La noticia positiva para los visitantes es que todos sus hombres estarán descansados de cara a este trascendental choque. Jugadores clave como Aspas, Pione Sisto, Wass o Cabral estarán frescos tras ser suplentes el pasado fin de semana frente al Granada, y llegan al tramo crucial de la temporada en un gran momento de forma. Berizzo, de una forma muy similar a la de Zidane en el Real Madrid, lleva toda la campaña realizando rotaciones continuas para dar prioridad a la competición continental. Sin embargo, y de nuevo al igual que los merengues, esto no ha hecho que los de Vigo desperdicien sus opciones ligueras. De hecho, llegan a este encuentro tras ganar por cero a tres con actuaciones memorables de hombres poco habituales como Beauvue, por lo que la plantilla al completo llega enchufada a esta cita con la historia.