Son Valencia y Osasuna dos equipos que han mejorado de forma notable en el tramo final de la temporada, mejorando de forma considerable su juego y cosechando resultados positivos imposibles de ver en las primeras jornadas del campeonato. El problema para ches y rojillos es que la reacción ha llegado demasiado tarde y que a pesar de las buenas sensaciones, la Europa League y la salvación, respectivamente, son ya objetivos imposibles.
Los pamplonicas, sin ir más lejos, jugarán su segundo partido descendidos matemáticamente, por lo que las alineaciones de Vasiljevic vienen muy condicionadas por el futuro a corto plazo de la entidad. El técnico balcánico está alineando a jugadores que prevé que seguirán en la plantilla el año que viene con el fin de conformar un grupo sólido que desde ya ponga la primera piedra para la vuelta a Primera división. Los navarros, además, están dando minutos a jugadores que llevaban tiempo lesionados como Javier Flaño o Berenguer, por lo que aunque el equipo sea peor técnicamente que su rival, y aunque el ritmo no sea el adecuado, la intensidad será máxima y la pelea en Mestalla, digna de ver.
Los valencianos, por su parte, se encuentran en un gran momento de forma tal y como demostraron el pasado fin de semana contra el Real Madrid, equipo al que plantaron cara hasta el final y frente al que solo cedieron en los últimos cinco minutos de encuentro. Nada queda de aquel conjunto che que Ayestaran o Prandelli llevaron al borde del abismo. Voro ha recuperado la normalidad y ahora todo es optimismo a orillas del Turia. Hombres como Munir, Rodrigo, Nani, Orellana, Zaza o Santi Mina son el futuro de la entidad y pelean entre ellos por convertirse en la figura de un grupo que promete dar alegrías a su hinchada en los años venideros.