Marcar pronto. No le queda otra al Barcelona en esta jornada que marcar pronto para meter presión al Real Madrid. Los azulgranas saben que necesitan ganar y que su máximo rival pierda, sin embargo, si los goles van cayendo en el Camp Nou desde el principio puede que las piernas comienzan a temblar en La Rosaleda. La obligación de los de Luis Enrique es intentarlo hasta el final y por ello el técnico culé alineará su mejor once, con el tridente en ataque y con Pique, Busquets, Iniesta o Sergi Roberto un poco más atrás.
El problema para los locales es que todos dan por hecho que la victoria sobre el Eibar se ha conseguido ya, centrando toda su atención en lo que sucederá en Málaga. Y este es un error importante ya que el conjunto vasco no es un rival fácil de batir. Los armeros han demostrado desde que llegó Mendilibar que superarles es complicado y que la solidez y la firmeza son dos de sus signos de identidad. Además, Pedro León, Takashi Inui, Sergi Enrich o Adrián González intentarán entrar en la historia y ver puerta en uno de los estadios más importantes del continente europeo. Por esta razón, Luis Enrique debe aislar a sus futbolistas de lo que suceda en otros campos, al menos hasta que la diferencia en el marcador sea considerable a favor de los intereses del conjunto catalán.
En cualquier caso, la misión parece harto complicada y la situación en la ciudad condal recuerda mucho a lo vivido hace un año, cuando era el conjunto de la Masía el que encabezaba la tabla y el que tenía que ganar para conseguir la Liga. El objetivo del club blaugrana debe ser ganar y sembrar buenas sensaciones de cara a años próximos, en los que el Real Madrid amenaza con iniciar una hegemonía que podría ser tan larga como la que parece que acaban de finalizar los barceloneses.