Partido de altos vuelos el que se verá este sábado en el estadio José Zorrilla entre Valladolid y Levante, equipos que se han marcado como objetivo estar en Primera división la próxima temporada. Ambos siguen peleando por ello y cada jornada demuestran que son dos de los principales aspirantes a conseguirlo, sin embargo valencianos y vallisoletanos han tomado caminos diferentes para lograrlo. Mientras que los granotas lideran con mano de hierro la clasificación y pugnan por hacerse con el ascenso de forma directa de forma matemática en poco más de un mes, los blanquivioletas en cambio sufrirán más puesto que de conseguirlo, será a través de los duros e imprevisibles playoffs.
Pero antes de nada el equipo que dirige Paco Herrera debe conseguir acabar entre los seis primeros clasificados, y para ello debe dar caza a Getafe, Cádiz y compañía, clubes que están a cuatro puntos de distancia. Se trata de un hueco considerable que los de Pucela pueden gestionar por ahora pero que les hace nadar a contracorriente de aquí a final de temporada. Y es que mientras los seis primeros clasificados pueden permitirse algún tropiezo en las próximas fechas, los castellanoleoneses no cuentan con margen de maniobre y deben ganar obligatoriamente este sábado al actual líder.
Los de Muñiz, por tanto, se las verán frente a un rival que tendrá las garras afiladas y al que le sobrará motivación para darlo todo durante los noventa minutos de partidos. El club de Valencia, eso sí, suma tres victorias consecutivas y se mantiene a diecisiete puntos del tercer clasificado, el Tenerife, único equipo que a día de hoy podría truncar el ascenso directo de los de la ciudad del Turia. Así pues, parece cuestión de tiempo que las buena noticia se confirme y por ello es posible que los futbolistas se relajen y dejen pasar los encuentros con cierta pasividad hasta llegar por pura inercia hasta la meta. Ese es el peligro al que se enfrenta Muñiz y justo ese aspecto es el que intentarán aprovechar los locales en este choque.