Derbi vasco con mucho en juego el que tendrá lugar este domingo en Ipurua, sobre todo después del gran enfrentamiento que Eibar y Athletic mantuvieron durante toda la temporada pasada. Este año las cosas pueden ser distintas y los de Mendilibar, de hecho, han comenzado como un cohete ganando sin demasiados problemas al Málaga, mientras que los bilbaínos, sin apenas refuerzos y sobreponiéndose a la marcha de Ernesto Valverde, empataron contra el Getafe y no perdieron de milagro. Si a esto unimos que la Real Sociedad quedó por encima de ambos en la tabla, parece claro que este año asistiremos a una lucha entre los tres conjuntos que comienza ya.
No deja de ser sorprendente que todo jugador que incorpora Mendilibar al club eibarrés se adapte a la perfección desde el minuto uno. El trabajo táctico del entrenador vasco es inigualable y le permite acertar en cada fichaje, como el de Charles. El hispano-brasileño se incorporó a la disciplina armera este verano y, tal y como demostró en la primera jornada, parece de la ciudad desde que era pequeño por su compromiso e intensidad.
Precisamente eso, la energía y la fuerza, es lo que ha caracterizado desde hace tiempo a los leones, que ahora se ven relegados a un segundo plano tras acabar séptimos el pasado año. El equipo rojiblanco afronta una etapa de transición en la que hombres como Aduriz deben comenzar a dejar el peso del equipo a los más jóvenes. El problema es que de la cantera de San Mamés salen jugadores voluntariosos pero exentos de calidad, salvo el caso reciente de Iñaki Williams, por lo que el Cuco Ziganda no lo tendrá fácil para ilusionar esta temporada a la afición vizcaína. Solo Raúl García, los destellos de Muniain y la recuperación de Yerai podrían mantener la esperanza en un bloque que necesita renovarse cuanto antes.