Todo empatado en la semifinal de los equipos humildes, que buscan hacer historia y luchar por ganar la Copa del Rey contra todo pronóstico. Pocos hubiesen apostado por Alavés y Celta a comienzos de temporada en esta competición y ahora se ven a un paso de la gran final, con todo por decidir en la vuelta de esta eliminatoria. El cero a cero de la ida en Balaidos dejó todo muy abierto y aunque los vitorianos juegan en Mendizorroza antes su gente, a los gallegos no les suele costar ver puerta, hecho que complicaría la situación enormemente a los locales.
Llegan los vascos a este encuentro con la moral por las nubes tras ganar en Liga al Sporting por cero goles a tres, sin embargo los de Pellegrino andan algo molestos ya que los celestes pudieron descansar el pasado fin de semana. El partido de los vigueses se anuló por las inclemencias del tiempo y a pesar de que los de Álava dieron descanso a titulares, el cansancio se acumula en las piernas de algunos de ellos. Otra lectura es que la meritoria victoria sobre los gijoneses dotará de inercia a un grupo que está cuajando una temporada extraordinaria y que espera culminarla regalando a su afición una cita inolvidable.
Los de Eduardo Berizzo, por el contrario, se ven aún con vida en tres competiciones y aunque en Liga su marcha es algo errática, los celestes siguen vivos y con opciones de acabar la competición entre los seis primeros clasificados. Además, por primera vez en muchos años, el equipo gallego cuenta con alternativas en el banquillo ya que hombres como Guidetti, Rossi o Lemos están demostrando que pueden asumir responsabilidades, algo que será muy importante para cuajar un buen encuentro en Mendizorroza este miércoles. Además, Wass llega a esta eliminatoria totalmente recuperado y conformará un mediocampo más que solvente junto a Radoja y Marcelo Díaz.