Con el Osasuna ya descendido, el siguiente en la quema podría ser el Granada, equipo que se sitúa a diez puntos de la salvación cuando tan solo restan doce por disputarse. Esto significa que incluso ganando este sábado en San Sebastián, los andaluces podrían perder la categoría, por lo que a los de Tony Adams no les queda otra opción que asaltar Anoeta y rezar para que sus rivales directos caigan esta jornada.

No ha sentado bien al club nazarí la llegada del ex central inglés al banquillo de Los Cármenes. La situación del equipo preocupaba con Lucas Alcaraz al mando, es cierto, sin embargo el cambio de entrenador no ha servido para nada y los resultados obtenidos desde entonces son peores que nunca. Los granadinos han perdido los tres encuentros que han disputado bajo la batuta de Adams, encajando siete tantos e incapaces de marcar uno solo. Todo ello a pesar de la vuelta de Adrián Ramos al equipo, jugador cuya lesión trastocó los planes del conjunto de la ciudad de la Alhambra. En cualquier caso, la plantilla cuenta con calidad como para ganar en tierras donostiarras y alargar la incertidumbre en los puestos de descenso, de modo que nadie espere que el equipo baje los brazos en estas últimas jornadas.

La Real Sociedad, por su parte, se encuentra inmersa en otra lucha igual de importante para el futuro de la entidad a corto plazo. Los vascos se marcaron como objetivo acabar entre los seis primeros clasificados para jugar la Europa League la próxima temporada, sin embargo la lucha con Athletic, Eibar, Espanyol y Villarreal es dura y cualquiera de ellos podría quedar décimo, estropeando una campaña brillante por parte de todos. La buena noticia para Eusebio es que William Jose ha vuelto a ver puerta y sus goles ayudaron a ganar al Valencia en Mestalla el pasado fin de semana, por lo que la afición espera que este sábado dicha actuación se repita a costa de un rival casi desahuciado.

Sueña la ciudad, sueñan los futbolistas, sueña Sampaoli y sueña la directiva del Sevilla con pelear por el título de Liga hasta las últimas jornadas de la competición. El problema es que para soñar solo es preciso una cama y algo de imaginación, mientras que para conseguir hacer realidad los sueños es preciso dar un paso más y realizar acciones para las que muchas veces no estamos preparados. Y eso es lo que le sucede al club hispalense, que quiere con todas sus fuerzas ponerse a la altura de Real Madrid y Barcelona pero que no puede mantener el ritmo competitivo de los dos grandes, tal y como demostró el pasado lunes empatando frente al Alavés en Vitoria.

En cualquier caso, los andaluces lo seguirán intentando en las próximas fechas, con el fin de desdecir todo el párrafo anterior y con la intención de demostrar que en el fútbol todo es posible. El problema es que el líder se sitúa ya a cuatro puntos, a falta de que el Real Madrid dispute el partido que tiene pendiente frente al Celta. Además, los de Nervión han agotado su cupo de fortuna esta temporada y los goles en los últimos diez minutos de partido han dejado de llegar. Para colmo, algunos miembros de la plantilla comienzan a dar signos de agotamiento ya que la disputa de Liga y Liga de Campeones al más alto nivel de exigencia es un reto difícil de gestionar.

Así pues, el Leganés visita el Ramón Sánchez-Pizjuán en busca de la segunda derrota de los locales esta temporada en su estadio. Los madrileños ya le pusieron las cosas muy difíciles a los de Sampaoli en el partido de ida en Butaque, encuentro que ganaron los visitantes por dos goles a tres, remontando, precisamente, en los últimos minutos de partido.