Partidos amistoso para España que, sin embargo, parece mucho más serio que otros encuentros oficiales disputados hasta ahora. Selecciones como Albania o Israel no han supuesto un reto para el conjunto dirigido por Julen Lopetegui y de hecho apenas tuvieron opciones cuando se enfrentaron a la Roja. Francia, en cambio, supone una motivación mayor a pesar de no haber tres puntos en juego, básicamente porque se trata de un equipo que está llamado a dominar el panorama futbolístico mundial en los próximos años.
Los galos han vuelto a ser el equipo temido que fue cuando Zidane, Trezeguet, Thuram o Deschamps lideraban las convocatorias. Éste último, actual seleccionador, ha conformado un grupo joven pero con calidad extrema entre los que se encuentran jugadores que sustituirán en breve a Ronaldo y Messi como los mejores del planeta. Griezmann, Pogba, Umtiti, Varane, Mendy, Sidibe, Dembele, Matuidi o Coman son futbolistas muy cotizados que cuentan con talento y desparpajo y que prometen ponérselo muy difícil a la defensa española este martes en Saint-Dennis.
Así pues, Lopetegui deberá prestar especial atención a los contraataques de los franceses ya que la punta de velocidad con la que cuentan es sumamente peligrosa. Hombres como Busquets, Piqué, Ramos o Iniesta sufren a la hora de correr hacia atrás en transición defensiva, por lo que es posible que el técnico vasco decida reforzar el mediocampo con un hombre de contención como Iborra, que cortocircuite la rapidez de los gamos del país vecino. Por lo demás, Diego Costa puede dar paso a Morata en la delantera mientras que Koke podría volver también al once en lugar de Thiago Alcántara. Lo importante es que el combinado español mantenga la posesión de forma efectiva y no por inercia, para evitar pérdidas de balón en zonas peligrosas que comprometan a la zaga hispana.