Se juegan Osasuna y Granada algo más que tres puntos este sábado en El Sadar. Solo un punto separa a los dos últimos clasificados, que podrían sentenciar quién acaba como farolillo rojo en el intenso partido que tendrá lugar en tierras navarras. La historia es una fiel aliada cuando las cosas marchan bien, pero también es una fea mancha cuando la situación es crítica. Por ello, acabar último en la tabla no es un tema menor y ambos conjuntos lo saben perfectamente, por lo que saltarán al césped pamplonica con ganas de mostrar su mejor versión.
En este punto cabe decir que los rojillos llegan en mejor momento de forma que los granadinos. El conjunto dirigido por Vasiljevic ha sabido sobreponerse a los mil y un problemas que ha atravesado esta temporada y aunque eso no le ha servido para lograr la permanencia, sí que ha curtido a sus jugadores, que a día de hoy son mucho mejores que cuando comenzaron su andadura en Primera división hace ya nueve meses. Además, el conjunto de Pamplona cuenta con Sergio León, uno de los jugadores revelación esta temporada, que ha sabido liderar el ataque del equipo y que ha sido el principal exponente de los locales a hora de mantener las esperanzas de lograr la salvación.
En los visitantes, en cambio, la dinámica ha sido mucho más negativa a pesar de que Tony Adams se hizo cargo del equipo con la esperanza, algo utópica, de ganar los siete partidos que restaban entonces. El conjunto nazarí, por el contrario, ha perdido los cinco encuentros que ha disputado con el inglés al mando, sin mostrar mejora alguna e invitando a pensar que la vuelta a la élite del fútbol español no se producirá pronto. La imagen de la afición de Los Cármenes insultando a sus jugadores contrasta con la de la hinchada navarra aplaudiendo a los suyos, quienes agradecieron el apoyo con una pancarta hace dos encuentros, imagen sumamente reveladora de la situación que viven ambos clubes.