Han comenzado Alavés y Villarreal la temporada con ciertas dudas y con duras derrotas que han puesto patas arriba su futuro a corto plazo. Los vascos todavía no han conseguido sumar un solo punto ni tampoco han visto puerta, encajando cuatro tantos en los tres primeros encuentros de competición. Zubeldia recogió el testigo de su compatriota Pellegrino, un testigo que se encontraba muy alto y que hasta ahora no ha sabido encarrilar como es debido. Sin embargo, los fichajes de Bojan y Munir puede revitalizar al cuadro vitoriano ya que marcar diferencias en ataque es básico a la hora de luchar por la permanencia, y los dos ex jugadores del Barcelona saben desenvolverse en dicha faceta. Ahora resta que el resto de líneas acompañen a los puntas, haciendo olvidar la marcha de hombres clave la campaña pasada como Marcos Llorente o Theo Hernández, ahora en el Real Madrid.
Los castellonenses, por su parte, se encontraban en una situación similar hasta que consiguieron superar al Betis la pasada jornada con una brillante remontada. El equipo de Fran Escriba se encontraba contra las cuerdas y el murmullo de la afición del Madrigal comenzaba a subir de tono ya que la confianza en el ex entrenador de Elche o Getafe es nula en La Plana. Sin embargo, el técnico valenciano cuenta con jugadores de gran calidad como Bakambu, Bacca, Enes Unal o Samu Castillejo, a los que se encomienda para completar una temporada aceptable en la que alcanzar los puestos europeos con mayor comodidad que la campaña pasada.
El conjunto amarillo, eso sí, lo está pasando mal sin la aportación de hombres que deberían convertirse en el alma del equipo como Bruno Soriano o Manu Trigueros. El primero de ellos arrastra dolencias físicas desde hace tiempo y el club de Castellón echa de menos su presencia enormemente, a pesar de que Rodri está cumpliendo en su posición. Trigueros, sin embargo, no termina de encontrarse y está lejos de las exhibiciones de juego que ofreció hace algunos meses.