Llega el Atlético en un buen momento de forma a este encuentro después de empatar en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid en Liga. Los de Simeone afrontan el tramo decisivo de la temporada a buen nivel y parecen haber superado totalmente las dudas mostradas hace meses, sobre todo en lo que a creación del juego y finalización de jugadas se refiere. Gabi y Koke vuelven a ejercer como jefes de máquinas en la medular mientras que la defensa se mantiene tan firma como siempre, bien liderada por Godín y respaldada por Oblak en puerta. Pero las mejores noticias llegan en fase ofensiva, ya que Griezmann vuelve a ser el que era, siendo decisivo con sus goles y ofreciendo siempre una solución a los centrocampistas colchoneros. Falta por ver quién acompaña al francés en punta, si Fernando Torres o Gameiro, aunque también tiene opciones Correa, jugador que se entiende a la perfección con la estrella atlética, tal y como demostró el sábado pasado.
El Leicester, por su parte, visita el Vicente Calderón tras caer frente al Everton en la Europa League, aunque el nivel mostrado por los foxes es muy superior al de hace apenas unos meses, cuando Claudio Ranieri todavía dirigía los designios del conjunto británico. Ahora es un hombre de la casa como Shakespeare el encargado de sanar las heridas ligueras con éxitos europeos, y vaya si lo está consiguiendo. El inglés asumió el puesto de cara al partido de vuelta de octavos de final contra el Sevilla y logró dejar fuera a los hispalenses. El objetivo, por tanto, es seguir devorando equipos españoles y para ello los ingleses se replegarán, cederán la posesión al oponente y buscarán contraataques rápidos y directos. No es este el contexto que más gusta a los madrileños, acostumbrados a desarrollar un estilo de juego similar al que su rival propondrá. Por ello, Simeone deberá buscar alternativas que aligeren el desplazamiento de balón y que permitan un mayor dinamismo en el área rival.