Hace tres temporadas, Levante y Almería vivían cómodamente en Primera división, jugando relativamente bien, sumando puntos con regularidad y ocupando los puestos tranquilos de la clasificación, sin más preocupación que mantenerse alejados de la zona de descenso. En poco tiempo, sin embargo, la situación ha cambiado de forma considerable para ambos, que actualmente se ven en Segunda división, peleando día a día por conseguir el objetivo. Este meta por la que luchan, contra todo pronóstico, es muy distinta para unos y otros ya que mientras que los valencianos lideran la tabla y aspiran a volver a la élite del fútbol español dentro de apenas una semanas, los andaluces en cambio se ven penúltimos en la tabla, a cuatro puntos de la salvación y con la Segunda B llamando de forma atronadora a sus puertas.
Y es que los almerienses son incapaces de encadenar dos victorias de forma seguida, de tal forma que a pesar de haber conseguidos cuatro de los últimos seis puntos disputados siguen en zona complicada en lo más profundo de la clasificación. El equipo que actualmente dirige Fran Rodríguez se mantiene invicto desde que Fernando Soriano fue destituido, es cierto, sin embargo los de los Juegos del Mediterráneo necesitan sumar de tres en tres para dar caza a sus rivales directos. A estas alturas de la temporada, y dada la situación del equipo en la tabla, ya no es tolerable un nuevo tropiezo, las vidas de reserva se han acabado y solo queda la opción de puntuar partido a partido. Hacerlo en el Ciudad de Valencia, no obstante, parece harto complicado ya que ningún equipo ha sido capaz de ganar en este estadio y tan solo dos clubes consiguieron rascar un empate en el feudo del respetado primer clasificado. Para colmo, los granotas suman seis victorias consecutivas y vuelan hacia la Primera división, siendo la envidia de su próximo rival.