Viaja el Atlético de Madrid con toda la prudencia del mundo a Leicester, sabedor de que el rival cuenta con todos los requisitos para sorprender al club colchonero. Los ingleses, a pesar de caer uno a cero en la ida, no arriesgarán un ápice y jugarán replegados esperando un fallo de los madrileños. Cuentan con hombres para ello, tanto en defesa como en ataque, y Shakespeare ha sabido sacar el máximo provecho a las cualidades de los suyos en los últimos dos meses. Los foxes sorprendieron de esta forma al Sevilla en los octavos de final y ahora sueñan con hacer historia alcanzando las semifinales, para lo cual será necesario poner nervioso al club dirigido por el Cholo Simeone.
Los rojiblancos, no obstante, no son el tipo de grupo al que le tiemblan las piernas en momentos clave. Tras dos finales de Liga de Campeones perdidas en los últimos tres años, el conjunto atlético sabe cómo jugar estos partidos a vida o muerte, y al igual que su rival, el técnico argentino tampoco arriesgará, ni en el juego ni en la alineación. Así, es posible que los del Manzanares repitan con Giménez como mediocentro, buscando aumentar la intensidad en el medio y ganar los duelos por alto que lleguen por los muchos balones en largo que lanzarán los británicos. Esto, además, dará algo más de tranquilidad y libertad al resto de jugadores creativos, pero también puede hacer que los visitantes desperdicien sus opciones de zanjar la eliminatoria. Un gol pondría muy cuesta arriba la remontada a los de Gran Bretaña, pero si Simeone apuesta por hombres de perfil defensivo, será difícil rondar el área de Schmeichel. Para contrarrestarlo, futbolistas rápidos y oportunistas como Gameiro, Griezmann y Carrasco serán de la partida y percutirán una y otra vez sobre la férrea defensa local.