Difícil partido de Liga el que se le presenta al Barcelona este sábado, sobre todo teniendo en cuenta la frágil situación que atraviesan los de Luis Enrique después de ser goleados el pasado martes en tierras turinesas. La Juventus aplastó al conjunto culé en Liga de Campeones y deja muy tocado al club blaugrana de cara a la parte decisiva de la temporada, en la que los catalanes deberían ganar todo lo que queda si quieren tener alguna opción de disputarle el título de Liga al Real Madrid.
El caso es que el juego de los barceloneses está siendo puesto en duda por media Europa ya que no es la primera vez que el equipo hace el ridículo frente a un rival de empaque. En París contra el PSG, en Vigo contra el Celta, el pasado fin de semana en La Rosaleda contra el Málaga, o en Anoeta contra la Real Sociedad, equipo al que se enfrenta este fin de semana, los de Luis Enrique ofrecieron una imagen patética que posteriormente fueron sanando gracias a la calidad de sus estrellas, sin llegar nunca a resolver sus problemas estructurales. Y es que la defensa es una broma de mal gusto, el 3-4-3 ha traído más inestabilidad al juego del equipo y el mediocampo es un solar en el que André Gomes, Iniesta y Rakitic naufragan de forma penosa. Además, el técnico asturiano está dando protagonismo a jugadores como Mathieu o Mascherano, que demuestran continuamente que no tienen calidad para jugar en un club tan grande como el del Camp Nou.
Los vascos, por tanto, intentarán ahondar en la herida blaugrana ya que además se lo juegan todo en este encuentro. Los donostiarras se sitúan actualmente sextos en la tabla pero podrían volver a perder su plaza de Europa League en caso de derrota. Eusebio, además, vuelve a la ciudad condal y, como Sandro el pasado fin de semana, tendrá ganas de demostrar ante su ex equipo todo el potencial que dejaron escapar.