Toma algo de aire el Zaragoza y toma algo de aire Raúl Agne tras la victoria del pasado fin de semana frente al Huesca. El derbi aragonés sirvió para que los maños resurgieran de sus cenizas, en un encuentro que además significaba un match ball para el técnico del club de La Romareda. El equipo, no obstante, supo lidiar a la perfección la presión y ahora vuelve a mirar hacia arriba en la clasificación a pesar de estar a cuatro puntos de la zona de playoff de ascenso.
Los zaragocistas deben ahora, por tanto, mantener la dinámica y aprovechar la inercia ganadora. El problema es que este sábado se enfrentarán a uno de los equipos más difíciles de superar de la categoría, el Levante, líder incontestable de la clasificación. Los valencianos siguen ganando partidos y ya están doce puntos por encima de los equipos que podrían hacer peligrar su ascenso directo. Aun así, los de Raúl Agne pueden hacer dudar al equipo granota, que ya ha perdido un par de encuentros en la segunda vuelta y que pueden relajarse en exceso en el tramo final de la temporada.
Es tarea de Muñiz, por tanto, evitar que los suyos vuelvan a tropezar ya y el hecho de que el Girona se sitúe a solo siete puntos del líder puede ayudarle en su misión de borrar el conformismo del imaginario de sus futbolistas. Además, el hecho de que el ex entrenador del Alcorcón cuente con una plantilla amplia y compensada provoca que cada jugador lo dé todo cada vez que juega por miedo a perder la titularidad. De hecho, a Muñiz no le ha temblado el pulso a la hora de sentar en el banquillo a hombres importantes y así seguirá siendo hasta que se alcance el objetivo matemáticamente. Un ejemplo de esta filosofía es el resurgir de Morales, jugador que dio un bajón en su rendimiento pero que ha vuelto a sus mejores días.