Dijo Tony Adams hace una semana que patearía el culo de sus jugadores para que ganasen los siete partidos que restaban. Pues bien, llegó el primer envite para el Granada y la derrota fue muy dolorosa, una goleada en casa de cero a tres contra el Celta. Los andaluces perdieron una oportunidad de oro para situarse a cuatro puntos de la salvación y ahora deben recortar siete en los seis partidos que restan de competición. Por ello, es de obligado cumplimiento puntuar en el Ramón Sánchez-Pizjuán, estadio en el que los locales apenas han perdido un encuentro en lo que va de temporada. Esto, unido a la debilidad del conjunto nazarí lejos de Los Cármenes, invita a pensar que la remontada épica no será posible.
Así pues, el Sevilla buscará dar la puntilla al club de la ciudad de la Alhambra para conseguir tres puntos de oro que les situarán momentáneamente empatados a puntos con el Atlético de Madrid en la clasificación. El conjunto hispalense aun no ha renunciado a la tercera plaza y desea evitar la previa de la Liga de Campeones, pero también apuntalar lo que ya tiene aumentando la distancia respecto al Villarreal, quinto en la tabla y principal perseguidor de los de Nervión. El juego de los de Jorge Sampaoli, no obstante, sigue lejos de su mejor versión y el pasado fin de semana frente al Valencia los sevillistas ya demostraron que ni de lejos se asemejan al equipo que durante varios meses le disputó el liderato a Real Madrid y Barcelona. Además, los rumores que ligan el futuro de Sampaoli a Argentina parecen desestabilizar a un grupo que aún no ha conseguido recuperarse del duro golpe sufrido contra el Leicester en Champions hace ya más de un mes. Para colmo, Vitolo afronta una lesión que le mantendrá apartado de los terrenos de juego las tres próximas jornadas, por lo que ganar este viernes en casa adquiere una importancia vital.