No se sabe muy bien quién necesita más los puntos en este partido, ya que Granada y Barcelona se encuentran igual de obligados a sumar este domingo en Los Cármenes. Los culés, para no dejar escapar al Real Madrid, líder de la clasificación, mientras que los andaluces están a siete puntos de la salvación y podrían perder su último tren hacia la permanencia. La tensión, por tanto, estará muy presente sobre el estadio nazarí y la afición no concederá un respiro al árbitro.
Los blaugranas, además, llegan a este encuentro tras el parón por los partidos de selecciones, periodos que no suelen traer nada bueno para los de Luis Enrique. La mayoría de los jugadores del club barcelonés viajan con sus respectivos combinados nacionales y vuelven fatigados por la sobrecarga de partidos y por las horas de avión. Esto obliga al técnico asturiano a realizar rotaciones, las cuales no le han dado buenos resultados hasta ahora. Cuando Digne, André Gomes, Denis Suárez o Paco Alcacer han sido de la partida, el conjunto del Camp Nou ha perdido puntos y esto puede repetirse este domingo en tierras andaluzas.
Los de Lucas Alcaraz, por su parte, afrontan este encuentro como una final ya que en el caso de que pierdan y sus rivales directos ganen, la Segunda división será un hecho a falta de confirmación matemática. Aun así, el técnico granadino ha intentado transmitir tranquilidad a los suyos, buscando relativizar la situación en la que están inmersos. La vuelta al once de Adrián Ramos, el buen momento de forma de Wakaso y las grandes cualidades de Boga o Carcela son las grandes armas que el veterano entrenador guarda bajo la manga para dar la campanada. En defensa, eso sí, los suyos deberán estar acertados y no conceder ocasiones a un rival que es sumamente peligroso con espacios por delante.