Duelo valenciano entre dos equipos que se encuentran a casi treinta puntos de distancia pero que mantienen la esperanza de conseguir su objetivo más pronto que tarde. El Levante, líder de la categoría desde las primeras jornadas, busca reafirmarse como el mejor equipo de la categoría a pesar del tropiezo del pasado fin de semana frente al Levante. El Elche, en cambio, cuenta con aspiraciones algo más modestas y espera apurar sus opciones de alcanzar la zona de playoff de ascenso a pesar de que se encuentra a siete puntos del sexto clasificado.

Le pasa al equipo dirigido por Muñiz que no termina de creerse lo bueno que le pasa debido a su trayectoria de muchos años perdiendo más partidos de los que ganaba. Los granotas no están acostumbrados a imponer su fútbol y ni a aventajar en quince puntos a sus más inmediatos perseguidores, por ello el vértigo podría aparecen de un momento a otro y complicar las cosas. Pocos son los que a estas alturas niegan que los valencianos jugarán en Primera división la próxima temporada, sin embargo el empate de la pasada jornada frente a un rival tan humilde como es el filial sevillista sirve para activar todas las alarmas. Así las cosas, el ex entrenador del Alcorcón debe concienciar a los suyos de que la relajación no es una opción y de que con un par de victorias más, el ascenso matemático estará al alcance de la mano.

No lo tendrán por tanto nada fácil los ilicitanos para imponerse en un estadio en el que nadie ha ganado todavía esta temporada, sobre todo si el rival está enrabietado y con ganas, tal y como sucede en este caso. Toril deberá por tanto buscar los puntos débiles del gigante al que se enfrenta, sabedor de que el empate no le vale para seguir soñando con la lucha por el ascenso. Aun así, el trabajo del ex entrenador del Real Madrid Castilla está siendo brillante y todo apunta a que en breve renovará su contrato con el club franjiverde pase lo que pase de aquí a final de temporada.

Tiene el Barcelona más de siete vidas tal y como demostró en Liga de Campeones hace unas semanas, remontando al PSG, y sobre todo tras ver su épica actuación en el Santiago Bernabéu el pasado fin de semana frente al máximo rival. Los culés sabían que un empate les obligaba a renunciar al título de Liga, por lo que salieron a por todas en un feudo tan sumamente complicado como es el de Concha Espina. La jugada le salió bien a los de Luis Enrique y ahora lo que no se pueden permitir es volver a tropezar frente a rivales de menor empaque, tal y como les lleva sucediendo toda la temporada.

Así pues, el conjunto catalán tiene la obligación de ganar este miércoles al Osasuna en el Camp Nou. Los pamplonicas son colistas, se sitúan a nueve puntos de la salvación y pueden sellar el descenso en la ciudad condal en caso de perder. Todo este batiburrillo de circunstancias imprime un cúmulo de presión al partido que puede convertirlo en un choque de ida y vuelta peligroso para ambas zagas. Aun así, la superioridad técnica de los locales es tal que parece imposible que los navarros cuenten con alguna opción de puntuar en el coliseo blaugrana.

La situación de los rojillos es trágica, ciertamente, pero lo que más impotencia produce a los aficionados del Sadar es ver a los suyos haciendo las cosas bien en este tramo final de la temporada. El club de Navarra ha puntuado en tres de los últimos encuentros, ganando dos de ellos y situándose más cerca de la permanencia que nunca. Sin embargo, la reacción he llegado demasiado tarde y muchos se preguntan qué habría sucedido en caso de despertar un poco antes. En cualquier caso, los de Pamplona siempre dan la cara y ante los barceloneses darán todo lo que llevan dentro para rebañar sus últimas opciones antes de que el descenso sea matemático.