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Superando barreras y conquistando sueños
Colapinto, quien ha sido pionero para muchos jóvenes argentinos al ingresar a la Fórmula 1, compartió su emoción y orgullo por ser el referente que él mismo echó en falta en su infancia. “Siempre digo que me hubiera encantado tener un argentino a quien apoyar cuando era chico. Me levantaba a ver las carreras de Checo Pérez porque era lo más cercano que teníamos”, explicó.
Aunque reconoce que llegar a la Fórmula 1 era su sueño más grande, Colapinto confesó que este se ha transformado. “Cuando llegué, quería sumar puntos. Ahora quiero podios y, a largo plazo, mi meta es ganar el campeonato del mundo. No me conformo con menos”, afirmó con determinación.
La lucha por un sueño: más allá del automovilismo argentino
El piloto reflexionó sobre el automovilismo en Argentina, señalando que la mayoría de los jóvenes sueñan con competir en categorías locales como el Turismo Carretera (TC). “Es un camino diferente, pero espero abrir una puerta para que más chicos vean que llegar a la Fórmula 1 es posible. Yo soy prueba de que se puede”, dijo Franco, destacando su deseo de inspirar a una nueva generación de pilotos.
Adaptándose a la Fórmula 1: retos y sacrificios
La entrevista también permitió a los aficionados conocer una faceta más personal del piloto. Franco habló sobre su estricta dieta, rica en pollo, arroz y verduras, aunque confesó que no siempre la sigue al pie de la letra. “El problema es que tengo una dieta, pero no la sigo”, bromeó, mostrando su lado más humano.
También mencionó las exigencias físicas de la Fórmula 1, como en circuitos desafiantes como Singapur, donde un piloto puede perder más de tres kilos durante una carrera. “Es clave mantener una buena hidratación y niveles de sodio para evitar deshidrataciones severas”, explicó, dejando claro el nivel de preparación necesario.
Perdiendo la reverencia hacia sus ídolos
Colapinto compartió cómo ha evolucionado su percepción de los pilotos a los que admiraba de niño, como Fernando Alonso. “De chico lo veía como un ídolo, pero ahora corro contra él. Cuando te pones el casco, todos son iguales, y solo quiero ganarles”, aseguró.
Esta mentalidad competitiva ha sido clave en su adaptación a la Fórmula 1, demostrando que Franco no solo está listo para competir, sino también para destacar.
¿Cuándo veremos a Colapinto en el podio?
Franco fue cauto al hablar sobre sus expectativas, pero dejó claro que sus objetivos son ambiciosos. “Espero lograr un podio en un par de años. Es una escalera: primero podios, luego victorias y, finalmente, el campeonato del mundo”, concluyó.
Con el apoyo de millones de argentinos y una mentalidad ganadora, Franco Colapinto parece estar en el camino correcto para alcanzar la cima del automovilismo. La pregunta que queda es: ¿será en dos años o antes cuando lo veamos en el podio?