Los dos últimos tropiezos han imposibilitado que el Espanyol acabe la temporada en puestos europeos ya que la sexta plaza queda ya a nueve puntos. Los de Quique Sánchez-Flores no han sido capaces de remontar los fallos que cometieron en el primer tramo de temporada y ahora ven cómo Villarreal, Real Sociedad y Athletic de Bilbao se escapan en la clasificación. Sin embargo, esto no debe ser recibido con negatividad en el entorno perico puesto que los blanquiazules están completando su mejor temporada desde que Valverde se hizo cargo del equipo hace ya más de un lustro. Por primera vez en mucho tiempo el equipo barcelonés no peleará por la salvación y eso es algo que directiva y afición deben agradecer al buen trabajo realizado por Quique Sánchez-Flores. El ex entrenador de Watford, Atlético de Madrid o Valencia se supera continuamente y demuestra que su percepción del juego y su forma de administrar la plantilla son aspectos que domina a la perfección. Ahora el objetivo es acabar la temporada lo más arriba posible y planificar la próxima campaña con optimismo e ilusión.
Los catalanes están cumpliendo el plan que Las Palmas había previsto realizar a comienzos de temporada. Los canarios, sin embargo, han sido sumamente irregulares, tanto en juego como en resultados, y envidian por tanto la solidez y fiabilidad que ha mostrado su próximo rival. El conjunto insular, además, ha vivido una campaña cargada de polémicas innecesarias y disputas en el vestuario. Los problemas de disciplina de Aythami, capitán del club amarillo, y las dudas en torno a la renovación de Quique Setién son los dos últimos episodios vividos en la isla. En cualquier caso, el equipo viene de golear al Osasuna y hombres como Jesé o Livaja se han reencontrado con el gol, por lo que las previsiones son optimistas para los grancanarios, que esperan superar incluso a los de Cornella en la tabla a final de temporada.