Partido clave por la permanencia que representa además la última bala para el Granada, equipo que se sitúa a ocho puntos de la salvación y que no se puede permitir un solo tropiezo más. Tras caer goleados contra el Barcelona en Los Cármenes el pasado fin de semana, los de Lucas Alcaraz necesitan reaccionar para unirse al Sporting de Gijón en la pelea por salir de los puestos de descenso. Una victoria en Riazor daría además al conjunto nazarí moral y autoestima de sobra para afrontar el tramo decisivo de la temporada, lo que situaría además a los gallegos en una situación más que comprometida. Para asaltar el estadio gallego el técnico granadino contará con todo su arsenal ofensivo ya que Adrián Ramos y Carcela parecen recuperados de sus respectivas dolencias, por lo que se unirán a Boga y Pereira en el once del club andaluz, con Kravets esperando su oportunidad en el banquillo.
Los de Pepe Mel, por su parte, cayeron goleados frente al Valencia el pasado domingo y encadenan dos partidos consecutivos perdiendo, con cuatro goles en contra y cero a favor. La llegada del técnico madrileño en sustitución de Gaizka Garitano parecía resolver todos los problemas de la entidad coruñesa, que se reencontró con la victoria y que sanó de golpe las desavenencias en el vestuario. Sin embargo, la dinámica positiva que se crea con la llegada de un nuevo entrenador ha amainado y ahora al club blanquiazul solo le queda apostar por sus recursos futbolísticos si no quiere verse en apuros en las últimas jornadas. Una derrota este fin de semana en casa frente a un rival directo por el descenso pondría a los locales en una situación muy complicada, por lo que es preciso que hombres clave como Florin Andone, Carles Gil, Borges o Joselu den un paso al frente y frenen la voracidad del conjunto de la ciudad de la Alhambra.