Cayó el Barcelona en el último encuentro de Liga de Campeones frente al Manchester City, y empataron los culés el pasado fin de semana frente al Málaga en el Camp Nou. No están marchando, desde luego, las cosas para los de Luis Enrique, que se encuentran a cuatro puntos del Real Madrid en la competición doméstica y que tienen a los de Pep Guardiola a tan solo dos en el grupo C del torneo europeo. Es por ello que los blaugranas deben dar un golpe en la mesa cuanto antes para restablecer el equilibrio y volver a meter miedo a sus rivales. Así, sumando un punto este miércoles en Escocia la clasificación para octavos estará sentenciada, aunque aún quedará por definir qué equipo será primero de grupo, y para ello es preciso golear al Celtic.
Sin embargo, el club de la ciudad condal se viene estancando de cara a puerta en los últimos encuentros, como demostró frente al Málaga el pasado sábado. Hombres que debería ser determinando de cara a gol como Paco Alcácer, Neymar o Arda Turan no están dando la talla y el equipo vive de los tantos del dúo formado por Luis Suárez y Leo Messi. El argentino, que no pudo ser de la partida frente a los malagueños por una misteriosa enfermedad, tiene todas las papeletas para jugar de inicio y descansado, y los de Glasgow pueden pagar su ira como ya lo hizo Colombia en la fase de clasificación para el Mundial disputada la pasada semana.
Los locales, por su parte, confían en dar la campanada como ya hicieron algunos años, sin embargo la enorme goleada encajada en el Camp Nou en la ida pesa como una losa y será difícil que los escoceses salten al campo sin complejos, faltando el respeto a un rival de tanto empaque.