El partido adelantado de la jornada enfrentará este viernes a Nástic y Elche, equipos que hace un par de meses se encontraban a un mundo de distancia en la clasificación y a los que ahora sin embargo solo separan tres puntos. La inédita remontada de los de Tarragona les ha llevado a dejar el farolillo rojo primero y los puestos de descenso después, en los que se han visto inmersos desde la jornada uno. Ahora, en cambio, los catalanes pelean por acabar la temporada en la zona tranquila de la tabla, objetivo que también se plantean los ilicitanos una vez que han perdido toda opción de alcanzar la zona de playoff de ascenso.
Los caminos de ambos conjuntos, por tanto, tienden a encontrarse en esta recta final de la campaña y se podría asegurar incluso que ambos son rivales directos en la pelea por la permanencia. La zona roja queda a solo seis puntos de los valencianos y a tres de los tarraconenses, por lo que relajarse no es una opción y será necesario apretar los dientes ya que la competitividad en Segunda división es máxima.
Para ello, los de Toril tendrán que acordarse de ganar dado que no lo consiguen desde hace tres jornadas. Ha sido duro para la afición del Martínez-Valero ver cómo los suyos iban tropezando semana a semana hasta alejarse de la soñada sexta posición. Hoy en día el equipo está haciendo peor temporada que hace un año con el Pipo Baraja al mando y el futuro del club está, una vez más, en el aire. La plantilla es de calidad y los refuerzos invernales han sido importantes, con hombres con experiencia en Primera como Tuñez, Fabián o Borja Valle. Sin embargo, la segunda vuelta está siendo catastrófica para los franjiverdes y todo el mundo en la ciudad firma acabar en mitad de tabla, sin apuros, pero también sin ilusiones.