Alavés y Sevilla se ven las caras este lunes en un encuentro vital para la lucha por el título de Liga, y con algo menos de trascendencia para los vitorianos, que se han asentado tranquilamente en tierra de nadie en la clasificación, lejos del descenso y con la mente puesta ya en la final de la Copa del Rey que les enfrentará al Barcelona.
Los andaluces, sin embargo, sueñan despiertos con todas sus fuerzas para dar caza a los dos primeros clasificados, culés y madridistas, sobre todo viendo que ambos pinchan con cierta asiduidad permitiendo que un tercero les pueda arrebatar lo que lleva años siendo suyo, el trofeo de campeón de Liga. Jorge Sampaoli mantiene vivos a los suyos en la competición doméstica y en la Liga de Campeones, rotando con inteligencia y gestionando a las mil maravillas una plantilla compensada y de gran calidad en la que todo son buenas noticias. Los defectos de este equipo son difíciles de apreciar y, desde la posesión del balón, el técnico argentino ha conseguido que los hispalenses atemoricen a los rivales sufriendo lo menos posible en defensa. Ahora, es preciso que Sampaoli se aleje de los rumores que lo relacionan con el Barcelona con el fin de culminar la que puede ser la mejor temporada en la historia del club de Nervión.
Los de Álava también están cuajando un año espectacular y aunque no es la mejor campaña de la historia para el Glorioso, sí que se acerca mucho al éxito absoluto. Pellegrino está haciendo un trabajo excelente al frente a los blanquiazules y la alineación titular y el esquema de los vascos son conocidos de memoria pero no por ello previsibles o fáciles de parar, sobre todo cuando juega Camarasa, hombre que se mueve por todo el campo desconcertando a los rivales y apareciendo cuando más daño puede hacer.