30 puntos hay aún en juego en la Segunda división y 20 son los que el Levante tiene de margen para lograr el ascenso directo de aquí a final de temporada. Todo pinta, por tanto, a que los valencianos volverán matemáticamente a la élite del fútbol español antes del fin de la competición, algo que los granotas quieren celebrar por todo lo alto. Sin embargo, la profesionalidad y la desconfianza extrema de Muñiz hacia sus rivales directos evitarán que el club del Ciudad de Valencia se relaje, de tal forma que el equipo viaja a Getafe con todos sus hombres importantes y con la intención de disputar cada balón como si fuese el último a pesar de la ventaja antes mencionada.
Los madrileños, por su parte, se lo juegan todo en este tramo final de la campaña y se mantienen sextos en la tabla, marcando la zona de playoffs pero a escasa distancia de equipos como Lugo, Huesca o Valladolid, que no quitan ojo al conjunto azulón y que pretenden dejarle sin la pelea por llegar a Primera división. El equipo llega a este encuentro tras empatar en El Alcoraz ante los oscenses en un encuentro decisivo en el que los de Pepe Bordalás supieron sufrir. Sin embargo, esa batalla no es el fin de la guerra ni mucho menos y el conjunto pimentonero tendrá que luchar hasta la última jornada.
En casa, eso sí, los de Bordalás se están mostrando muy fuertes y solo han perdido un encuentro de dieciséis disputados, empatando seis y ganando nueve. Esto convierte el Coliseo Alfonso Pérez en un fortín y se espera que tal racha valga para amedrentar al conjunto levantinista. Hombres como Portillo o Jorge Molina, además, se encuentran en un buen momento de forma y confían en volver a ver puerta a pesar de que los azulones son el equipo menos goleador de los diez primeros clasificados.