Vuelve la Real Sociedad a ese sabor dulce que dejan en el paladar las grandes noches europeas. Los donostiarras visitan a un grande de Europa como es el caso del Zenit de San Petersburgo, equipo que habituado a jugar Liga de Campeones pero que tras su eliminación en la fase previa tendrá que conformarse con hacer un buen papel en la Europa League.
Y es que eso es lo que hace de esta competición un muro de obstáculos, el hecho de que son muchos los clubes que aspiran a más y que se ven obligados a hacer un buen papel en el segundo peldaño del fútbol europeo. Todos los participantes se ven con opciones de hacer cosas importantes en la Europa League y eso complica sobremanera cada partido.
En cualquier caso, Eusebio tiene clara su apuesta futbolística y sabe que el fútbol asociativo y de combinación le terminará sacando del hoyo en el que se ha metido el equipo en las últimas jornadas. Los vascos lo habían ganado todo en Liga hasta que el Real Madrid se impuso en Anoeta, momento desde el cual iniciaron una semana desastrosa que desembocó en tres derrotas consecutivas. Los de San Sebastián han caído ante equipos que parecían ser rivales directos pero que supieron jugarles con facilidad. Las dudas llegan sobre todo en la defensa y es que la lesión de Íñigo Martínez ha obligado a Eusebio a improvisar. Los jugadores de la cantera no están dando la cara y se echa mucho de menos la ausencia de un líder que ejerza de mariscal desde atrás y que contagie a sus compañeros las ganas de hacer bien las cosas. Así, este partido en tierras rusas será una prueba de fuego para saber si los de Donostia se encuentra definitivamente capacitados para dar un salto de calidad o si por el contrario aun deben esperar para madurar y romper el cascarón.