Tiene la suerte Las Palmas de que este encuentro llegue a falta de tres jornadas para el final de la temporada, y es que si faltasen unos cuantos partidos más por disputarse los canarios se meterían de lleno en la pelea por el descenso. El conjunto dirigido por Quique Setién se encuentra en una situación crítica y actualmente es un equipo sin alma que deambula por los campos de la Primera división. A los insulares les ha salvado el hecho de que la salvación este año esté más barata que nunca, de tal forma que sus 39 puntos son más que suficientes para asegurarse otro año en la élite del fútbol español. En temporadas anteriores, en cambio, esa cantidad de puntos hubiesen mandado a los isleños al infierno de la Segunda división.
En cualquier caso, el Sporting intentará aprovechar la pésima situación en la que se encuentra inmerso su próximo rival, ahondando en su herida y rascando tres puntos que den a los gijoneses una opción de pelear por la salvación. El conjunto asturiano se encuentra a seis puntos del Leganés, equipo que marca la permanencia, por lo que a falta de tres partidos para el final los de Rubi no pueden permitirse el más mínimo tropiezo. El Molinón debe ver ganar a su equipo en los dos partidos que le restan como local, buscando sumar al menos un empate fuera y rezando para que el conjunto pepinero pinche en las citas que le restan.
Los de Mareo, además, cuentan con la ventaja de que los grancanarios son un rival infame lejos de su estadio. El conjunto amarillo solo ha ganado un partido lejos de la isla en lo que va de campaña, lo que le convierte en el peor visitante de toda la categoría. No hay excusa, por lo tanto, para que Cop, Burgui, Vesga y compañía se impongan con autoridad a un equipo que parece haber bajado los brazos en este tramo final de temporada.