El partido de la jornada se disputará este sábado en el Camp Nou y estará lleno de emoción, no solo porque Barcelona y Villarreal son dos grandes clubes, sino porque ambos, además, se lo juegan todo en estas últimas tres jornadas del campeonato liguero.
Los locales llegan a este encuentro con la impotencia que supone verse contemplado las semifinales de la Liga de Campeones desde casa. Sin embargo, Luis Enrique quiere gestionar esa frustración y aprovecharla como gasolina para disputarle al Real Madrid la Liga hasta la última jornada. Para ello, no queda otra vía que ganar todo lo que resta y esperar a que los blancos pinchen, por lo que ganar a los castellonenses este fin de semana es obligatorio. El problema es que esa presión se convierta en ansiedad y que las prisas se apoderen del juego del conjunto blaugrana. Para evitarlo, el cuerpo técnico culé podría volver a disponer del 3-4-3, sistema que aporta algo más de tranquilidad al inicio de la jugada y que evita que los partidos se conviertan en correcalles de ida y vuelta. La desventaja es que dicho esquema debilita a la defensa ya que le obliga a ser más rápida yendo al corte, punto débil de Pique, Umtiti y compañía.
Fran Escriba es un hombre curtido en mil batallas en Primera división y conoce perfectamente las debilidades del rival, por lo que planteará un partido en función de las mismas. Hombres como Bakambu o Sansone deben ser titulares arriba ya que son rápidos, potentes y pondrán en apuros a la lenta zaga local. En el medio, Bruno y Trigueros podrían verse ayudados por Rodri, hombre trabajador que podría compensar la superioridad de los de Luis Enrique en esa zona. Por lo demás, Roberto Soriano será vital a la hora de enlazar y de sus botas dependerán muchas de las opciones de éxito del conjunto amarillo.