No está siendo ésta una temporada en la que se destapen muchos jugadores como futuras referencias en el panorama futbolístico nacional los próximos años. Las once jornadas que llevamos disputadas han transcurrido con buen fútbol y muchos goles sin embargo las jóvenes figuras están tardando en emerger, mientras que los grandes jugadores de temporadas pasadas repiten como líderes en sus respectivos equipos.
El Alavés, sin embargo, es uno de los pocos equipos que están sorprendiendo a propios y a extraños, no solo por sus buenos resultados y por su gran forma de competir, sino también por la aparición de varias jóvenes perlas que prometen pasar muchos años en Primera división. Marcos Llorente, Kiko Femenía o Pacheco son solo algunos ejemplos de futbolistas que no habían destacado en la élite del fútbol español pero que este año han dado un paso adelante.
Sin embargo, de todos ellos el jugador que más proyección ofrece es sin duda Theo Hernández. El hermano de Lucas, defensor del Atlético de Madrid, e hijo del defensor que jugó con los colchoneros y con el Rayo Vallecano se encuentra en un momento de forma espectacular y comienza a llamar a la puerta del club rojiblanco, al que pertenece. En esta cesión al conjunto vitoriano tardó escasas jornadas en hacerse con la titularidad y ahora se ha convertir en una pieza indispensable en el sistema de Pellegrino. El técnico argentino pone en liza un sistema que alterna la defensa de cuatro con la línea de cinco defensores, y en ambos esquemas Theo se mueve a la perfección ya que cuenta con una potencia inaudita para su edad y que le permite recorrer la banda de forma incansable. Muchos ya comparan a este joven carrilero con Gareth Bale, por su zancada, explosividad y disparo. Sin embargo, y como es normal dada su edad, aún le quedan un par de aspectos por corregir, sobre todo debe determinar cuál será su posición en el futuro para potenciar unos aspectos y dejar de lado otros. Si juega en defensa, debe mejorar la disciplina táctica y el uno contra uno, mientras que si opta por convertirse en atacante, es preciso que abandone de vez en cuando la línea de cal y se muestre más incisivo, tal y como hizo la semana pasada frente al Osasuna, siendo así decisivo en el resultado final.