El sótano del fracaso del Córdoba siempre parece tener un piso más abajo, y es que desde que hace seis jornadas ganó al Oviedo en el Carlos Tartiere, el equipo no ha vuelto a sumar tres puntos. Los empates y sobre todo las derrotas se acumulan en una fase crucial de la temporada y el conjunto andaluz comienza a acercarse peligrosamente a la zona de descenso a Segunda B. No están acostumbrados, además, los blanquiverdes, a jugar por salvar la categoría, puesto que desde hace un lustro no se veía en esta situación. Esto podría convertir a los cordobeses en un candidato ideal para perder la categoría, sin embargo otra cosa que caracteriza a los de Luis Carrión es su pelea hasta el final. La raza del club de la ciudad de la Mezquita es conocida y reconocida y a eso se agarran todos en la ciudad una vez comprobado que las críticas y los lamentos no sirven de nada. Ahora solo queda unirse y apoyarse mutuamente para evitar el derrumbe total.
Tampoco el Huesca atraviesa su mejor momento. El equipo dirigido por Anquela supera la mala racha de su próximo rival y desde hace siete encuentros no gana. Los oscenses, eso sí, han cuajado mejores partidos, han transmitidos sensaciones algo más positivas y además no creaban tantas expectativas como los cordobesistas a comienzos de temporada. De hecho, y a pesar de que los aragoneses solo aventajan en dos puntos a los cordobeses, el puesto de Anquela no peligra en absoluto. El equipo del Alcoraz sabe perfectamente que su pelea consiste en no descender y no se ponen nerviosos. Luis Carrión, en cambio, sí que se la juega frente al equipo oscense y sabe que un empate no es un buen resultado para ninguno de los dos, por lo que saldrá al ataque en busca de un todo a nada que puede servir como punto de inflexión o bien como hundimiento definitivo.