Se quedó el Atlético de Madrid sin Copa del Rey el pasado martes, sin embargo los colchoneros consiguieron algo que les puede ayudar tanto en Liga como en Champions, y es recuperar su mejor nivel de juego. Lleva Simeone toda la temporada con dudas, sin decidirse a jugar al ataque o bien a mantener el esquema sólido y defensivo de las últimas temporada. Pues bien, contra el Barcelona el equipo rojiblanco demostró que puede dominar los partidos asociándose con acierto y llegando una y otra vez al área rival con peligro sin que por ello la defensa sufra en exceso. Existe la falsa creencia en el entorno atlético de que solo jugando replegados pueden mantener un nivel bajo de goles encajados. Sin embargo, Godín, Savic, Filipe Luis o Vrsaljko son jugadores experimentados que pueden ir bien al cruce y solventar situaciones defensivas sin necesidad de estar excesivamente arropados.
Se espera por tanto que el equipo madrileño haya aprendido la lección y comience a apostar por un juego más alegre que ponga en apuros a sus rivales. Y es que cuando los delanteros marcan muchos goles, el sistema importa poco ya que son ellos los que resuelven encuentros. El problema es que esta temporada los puntas del club del Manzanares no están siendo decisivos, lo que obliga a que el resto de líneas acompañen en la elaboración y en la culminación de la jugada.
El Celta, no obstante, no será un rival nada sencillo dada su asfixiante presión sobre las líneas rivales. Eduardo Berizzo es amante de perseguir al rival hasta que pierda el balón, lo que suele dar lugar a partidos de ida y vuelta con muchos fallos y pérdidas. En ese contexto, hombres como Aspas, Guidetti o Bongonda se mueven bien, respaldados por el trabajo de Radoja, Wass y Díaz en el medio, de tal forma que los locales deberán llevarse el partido a su terreno y evitar caer en las trampas que disponga el conjunto gallego.