Suma el Atlético de Madrid cuatro victorias de cuatro posibles en Liga de Campeones, con cinco goles a favor, solo uno en contra y con la clasificación para octavos de final ya en el bolsillo. Los de Simeone, además, se impusieron con cierta autoridad a un grande de Europa como es el Bayern de Munich, demostrando que sus dos finales continentales no solo le aportan prestigio sino también firmeza y empaque para solventar partidos difíciles.
Y sin embargo, cualquiera lo diría, el equipo colchonero atraviesa una grave crisis tanto de juego como de resultados, no en la Liga de Campeones, claro, sino en la competición doméstica. Los rojiblancos están a nueve puntos del Real Madrid, líder del torneo, y llegan de recibir un duro correctivo el pasado fin de semana siendo goleados por su máximo rival y vecino en casa, en el último derbi que se disputará a la orilla del Manzanares, por lo que el dolor es doble. Simeone ha incidido en la unidad y en salir de esta situación sin señalar a nadie, sin embargo hombres como Koke, Torres, Juanfran o Saúl no atraviesan su mejor momento y ello está lastrando las opciones del equipo, que a finales de noviembre da prácticamente la Liga por perdida. Así, los madrileños reciben al PSV en una situación complicada pero con la tranquilidad de saberse en octavos. Sin embargo, la primera plaza de grupo no está asegurada y es preciso pelear por ella dando un golpe sobre la mesa frente a los holandeses y subiendo así la moral de cara a futuros encuentros importantes.
Es probable, por tanto, que Simeone aproveche este encuentro para dar descanso o castigo, según como se vea, a las piezas del equipo que están flojeando últimamente, dando entrada a otros hombres que podrían hacerles sombra y que frente a los de Cocu tendrán una oportunidad de reivindicarse como titulares en el equipo. El técnico argentino necesita revulsivos y es posible que los encuentre en este partido.