Derbi madrileño que se jugará por primera vez en la historia en la élite del fútbol español y que enfrentará a dos equipos que han comenzado con buenas sensaciones la temporada. Los pepineros, de hecho, son colíderes con dos victorias de dos posibles en su haber, racha que únicamente iguala Real Sociedad y Barcelona. Ahora llega lo más difíciles para los de Asier Garitano, que es mantener los resultados positivos e intentar aferrarse a la parte alta de la clasificación a la espera de la época de vacas flacas, que sin duda llegará.
En cualquier caso, los de Butarque han completado una planificación brillante durante el verano, reforzado la defensa con hombres de calidad como Ezequiel Muñoz, el mediocampo con Eraso y la delantera con jugadores capaces de marcar diferencias y líderes en cualquier equipo como Beavue o Amrabat. El marroquí ha ilusionado a la grada, que recuerda a la perfección sus exhibiciones en el Málaga, por lo que si controla su temperamento será vital para el Leganés.
El Getafe, en cambio, no ha visto correspondido sus buenos planteamientos con resultados positivos. Los de Bordalás merecieron ganar contra el Villarreal y puntuar contra el Sevilla, y sin embargo se ven en la decimocuarta posición con un solo punto en su casillero. Los pimentoneros deben, por tanto, afinar la puntería en ataque para traducir esas buenas sensaciones en victorias, y para ello es vital que Amath, Molina o Álvaro Jiménez marquen diferencias en punta. El resto del equipo se muestra sólido y férreo, sin alegrías pero compitiendo de tú a tú frente a equipos de mayor presupuestos. Sin embargo, en la grada muchos se preguntan si eso será suficiente para no sufrir y para lograr con cierta holgura el objetivo de la permanencia. Shibasaki, en la mediapunta, puede ser la respuesta a este enigma ya que es el jugador diferente y el que puede decantar la balanza hacia un lado u otro.