Tiene mala pinta esta eliminatoria para el Bayern, y no porque remontar el uno a dos de la ida sea excesivamente complicado, sino porque la vuelta se juega en el estadio Santiago Bernabéu, uno de los campos en los que más difícil es ganar de todo el continente. Sin embargo, los alemanes cuentan con dos factores a su favor, a saber. El primero de ellos es que Carlo Ancelotti y Xabi Alonso conocen a la perfección el que fue su antiguo feudo y no se amilanarán ante el panorama que se les avecina. El segundo, y más importante, es que el Real Madrid suele ser demoledor en casa cuando tiene que remontar, pero cuando las cosas pintan bien los blancos corren el riesgo de confiarse y deshacerse, como ha sucedido varias veces con anterioridad.
Por esta razón, Zinedine Zidane intentará que los suyos salten a por todas desde el minuto uno, buscando zanjar una eliminatoria que podría quedar abierta si los bávaros marcan pronto. La debilidad defensiva de los merengues es su principal punto flaco, y si Lewandowski consigue recuperarse de sus dolencias, como parece que sucederá, podría darle el día a Nacho y Ramos por su calidad y dinamismo. El polaco ya aguó una noche europea a los de Concha Espina cuando militaba en el Borussia Dortmund y confía en repetir una actuación similar.
En el once madrileño la única duda reside en si será Isco quien supla a Bale en banda derecha. El malagueño cuajó una actuación histórica el pasado fin de semana en Gijón, marcando dos goles y realizando algún que otro eslalon solo al alcance de unos pocos elegidos. Parece que el andaluz se encuentra en el mejor momento de forma de su carrera, por lo que el técnico francés debe aprovecharlo. Sin embargo, es difícil adivinarle una rotación y hombres como Lucas Vázquez o Morata podrían tener también opciones de jugar este trascendental encuentro.