Un punto separa a Leganés y Málaga, equipos que se verán las caras este domingo en un partido vital para la lucha por la permanencia. Madrileños y andaluces cuentan con ventaja respecto a la zona de descenso, sin embargo, no pueden permitirse más tropiezos ya que Granada y Sporting no se rendirán hasta que su descenso no sea matemático, al igual que Osasuna, algo más lejos en la clasificación.
Así las cosas, Butarque vivirá una final anticipada en la que los de Asier Garitano podrían dejar los deberes hechos antes de tiempo y contra todo pronóstico. El conjunto pepinero atravesó un bache de juego y resultados considerable a finales de 2016, que le ha durado hasta hace escasas semanas, cuando el equipo ha comenzado a reaccionar. Y esto ha sido posible, en gran parte, gracias a los interesantes refuerzos invernales que han llegado a la ciudad en el mes de enero. Hombres como Alberto Bueno, Nabil El Zhar, Samu García o Erik Morán han entrado en el equipo revitalizando al grupo y mejorando considerablemente posiciones en las que la calidad de los jugadores que ya había era algo exigua. Estos futbolistas se han unido a otros como Rubén Pérez, Szymanowski o Darwin Machis y han conseguido conformar un bloque sólido capaz de hacer daño en ataque, tarea pendiente del conjunto de la Comunidad de Madrid en la primera vuelta. Además, Siovas se está reivindicando como un central muy interesante junto a Mantovani en el eje de la zaga, y del trabajo de todos ellos se derivan los últimos resultados, como el empate del pasado fin de semana frente al Sevilla, de un valor inmenso.
Los malagueños, por su parte, esperan levantarse tras la derrota de la pasada jornada en el debut de Michel como técnico del conjunto de la Costa del Sol. El equipo apunta buenas maneras pero sufre en defensa y eso es lo que debe solucionar el entrenador madrileño en las próximas fechas.