Partido que huele a Primera división el que tendrá lugar este fin de semana en La Romareda entre dos conjuntos acostumbrados a vivir en la élite del fútbol español y que ahora, no obstante, atraviesan momentos duros alejados de lo más alto. Zaragoza y Mallorca cuentan ya demasiados años en Segunda y su intención es dar un salto de calidad e intentar volver a los viejos tiempos, pero antes deben salvarse de las garras de la Segunda B, pozo en el que ninguno de los dos quiere caer.
Lo tiene, sin embargo, muy complicado el conjunto bermellón, que a pesar de los continuos cambios de entrenador encadena ya nada más y nada menos que ocho partidos consecutivos sin lograr la victoria. La llegada de Sergi Barjuan al banquillo balear tras las destituciones de Fernando Vázquez y Olaizola pretende dar una mentalidad distinta al equipo, que deambula por la competición con la moral por los suelos y con confianza cero en sus capacidades. Aun así, con el nuevo técnico el equipo logró empatar el pasado fin de semana contra el Nástic y afronta ahora un partido decisivo con ganas de dejar atrás los últimos puestos de la clasificación. Lejos de la isla, sin embargo, el equipo solo ha ganado un encuentro en lo que va de temporada y por tanto es difícil imaginar que la situación vaya a cambiar este domingo.
Los maños, por su parte, pretenden conseguir la salvación matemática en las próximas jornadas para dejar atrás los malos momentos y comenzar a planear desde ya la temporada que viene. El equipo aragonés también ha vivido cambios de entrenador y hasta tres técnicos han pasado por el banquillo del club, que ahora con César Laínez parece haber encontrado la luz al final del túnel. Aun así, el equipo no puede confiarse ya que una derrota este fin de semana podría volver a meterle en apuros.