Se despide Jorge Sampaoli del Sevilla tras cuajar una buena temporada en el cuadro hispalense, superando el quinto puesto de la temporada pasada y plantando cara en Liga de Campeones a rivales tan fuertes como la Juventus. Sin embargo, este único año en Andalucía ha sabido a poco a la afición, que confiaba en dar continuidad al proyecto del técnico argentino. El club de Nervión estaba poco acostumbrado a mantener la posesión de la pelota y a anteponer el toque a la agresividad, sin embargo Sampaoli consiguió cambiar la dinámica y crear un nuevo estilo, inédito en la ciudad. Ahora, por tanto, el futuro queda en el aire ya que la directiva sevillista debe decidir con qué perfil de entrenador trabajar.
En cualquier caso, y aunque los andaluces no se juegan nada, el equipo intentará seguir haciendo el Ramón Sánchez-Pizjuán un fortín ya que solo ha perdido un encuentro en casa en lo que va de temporada. Un rival a priori débil como Osasuna, además, invita a vivir un partido plácido, con goles y alegría, en el que tanto Sampaoli como otros hombres con futuro incierto en la entidad se puedan despedir tranquilamente de la ardiente hinchada sevillana.
Los pamplonicas, por su parte, jugarán su último partido en Primera división en este 2017 y puede que no vuelvan en mucho tiempo a probar las mieles de la categoría dado que el club vive un periodo de inestabilidad considerable. De cara al año que viene no hay entrenador ni equipo directivo, por lo que todo está en el aire. Además, los escasos refuerzos realizados en Primera invitan a pensar que la situación no variará demasiado el año próximo. El club seguirá apostando por la cantera y pugnará por hacer la vida difícil a sus rivales, siendo complicado que se asiente de nuevo en la parte alta de la tabla, al menos a corto plazo.