Se juegan poco Deportivo y Las Palmas en este encuentro a pesar de que ambos conjuntos han conseguir salvar la categoría con margen de sobra como para degustar la permanencia. El problema es que gallegos y canarios contaban con aspiraciones más ambiciosas en esta temporada, en la que como mínimo debían mantenerse en la zona tranquila de la clasificación. Sin embargo, unos y otros han sufrido rachas desastrosas que terminaron llevándolos a la parte baja de la tabla, en la que habrían sufrido de no ser por el pésimo nivel de puntuación mostrado por Sporting, Osasuna y Granada.
Así las cosas, los insulares confían en cerrar la temporada con una victoria lejos de casa, algo que sería toda una novedad ya que los de Quique Setién tan solo han sido capaces de ganar un encuentro a domicilio en lo que va de temporada, nefasto bagaje que habla muy mal del trabajo realizado por el cuerpo técnico. La motivación de los jugadores del club amarillo no ha sido la adecuada y la plantilla se ha dejado llevar en esta recta final de la temporada, sobre todo después de darse a conocer la noticia de que el técnico santanderino no seguiría en el club el próximo año.
Los de Pepe Mel, por su parte, llegan con pocas cosas claras a este final de campaña. Por un lado, la alegría de la salvación conseguida el pasado fin de semana contra el Villarreal frena un poco toda crítica. Por el otro, ni directiva, ni afición ni cuerpo técnico pueden estar satisfechos con el juego, los resultados o el rendimiento de los fichajes. Pocas cosas han salido bien este año y solo el buen rendimiento mostrado por Florin Andone invita al optimismo a la hinchada de Riazor. Así las cosas, el equipo querrá brindar una victoria a la grada con la intención también de poner la primera piedra del próximo proyecto.