Un nuevo derbi barcelonés en la recta final de la temporada pone en un brete al Barcelona, equipo que pugna por hacerse con el título de Liga pero que puede pagar los platos rotos tras menospreciar a su rival y vecino de mil formas diferentes. Gerard Piqué, la directiva del club, la hinchada del Camp Nou y los medios de comunicación catalanes han evidenciado siempre una superioridad blaugrana respecto al equipo perico que escuece y mucho en el seno del club blanquiazul. Además, el recuerdo del tamudazo está fresco en la mente de los culés, que temen que los blanquiazules salten al césped extramotivados buscando saldar cuentas pendientes.
En cualquier caso, los de Quique Sánchez Flores, madridista para más señas y enemigo público de Luis Enrique, no necesitan motivación añadida ya que se juegan una plaza en la próxima edición de la Europa League. Los de La Masía se verán las caras contra el mejor equipo perico que se recuerda en los últimos años y que además cuenta con un ambicioso objetivo, que no es otro que el de llevar el nombre del club por el continente tras casi un lustro de ausencia en este tipo de competiciones. Por esta razón, Quique alineará a sus mejores hombres sabedor de que una victoria frente al máximo rival sería la guinda perfecta a una excelente temporada. El ex entrenador de Valencia o Atlético de Madrid, además, cometió el error ante su afición de pedirle la camiseta a Messi en el partido de ida, por lo que la mejor manera de resarcirse ha de ser arrodillando a un equipo con el que las desavenencias vienen desde hace décadas.
Los visitantes, por tanto, intentarán crecerse en un ambiente tan hostil para contrarrestar la presión ambiental. Además, los hombres importantes del equipo como Neymar o Luis Suárez llegan descansados y la moral el equipo está por las nubes después de golear al Osasuna y ganar al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.