Ganó el Osasuna su segundo partido de la temporada el pasado miércoles contra el Alavés, y lo hizo a domicilio con un gol in extremis de Berenguer. Esto deja a los pamplonicas a trece puntos de la salvación, distancia que parece imposible de salvar pero que permite soñar y mantener la dignidad a los de Vasiljevic en estas últimas ocho jornadas. Retrasar la fecha en la que el descenso a Segunda división sea un hecho es el objetivo del conjunto rojillo, que solo ha ganado dos partidos en toda la temporada y que difícilmente podrá mantener la dinámica de victorias en este tramo final.
Es curioso que los navarros no hayan ganado aún en El Sadar, estadio que históricamente siempre dio muchos puntos a los locales. La hinchada rojilla aún no ha recibido una alegría por parte de los suyos, de modo que el encuentro de este fin de semana contra el Leganés podría ser la ocasión ideal para conseguirlo. Los madrileños son un rival asequible que podría alargar la racha de los locales, colocando así la primera piedra hacia una remontada en la clasificación que aunque parece utópica, no es imposible.
Los pepineros, no obstante, saben cómo tienen que jugar este domingo ya que un punto significaría mucho para ellos. La zona de descenso está a solo cinco puntos de distancia, por lo que los de Garitano no se relajarán y buscarán la victoria, sin embargo, si ésta se complica o si los navarros comienzan a zarandear el encuentro en busca de los tres puntos, los de Butarque se replegarán atrás en busca de algún contraataque que les permita volver a la Comunidad de Madrid con media salvación en el bolsillo. El equipo, además, viene de cuajar una buena actuación frente al Real Madrid y cuenta con hombres de gran calidad en ataque como Samu García, Alberto Bueno o Alexander Szymanowski.