Segundo y quinto clasificado se ven las caras este sábado en el que muchos consideran que es el partido de la jornada en Segunda división. Ambos conjuntos se encuentran a demás en un buen momento de forma tras ganar sus respectivos encuentros el pasado fin de semana, por lo que afrontan con confianza este trascendental choque en la lucha por el ascenso.
El Girona, sin ir más lejos, viene de golear al Mirandés en Anduva mostrando además un juego sobrio y convincente que le permite seguir segundo en la tabla con cierta autoridad. Los de Pablo Machín confían en acabar la temporada en zona de ascenso directo, sobre todo porque en el recuerdo de la afición de Montilivi permanecen vivos los muchos chascos que se han llevado en las eliminatorias del playoff. Es por ello que no cabe otra opción que volver a Primera división por la vía directa, y para ello es vital imponerse a un rival directo por el objetivo como es el Getafe. Y es que aunque os catalanes aventajan en ocho y nueve puntos a sus más inmediatos perseguidores, en las gradas del club de Tarragona nadie se fía y hacen bien, puesto que la Segunda división es una categoría traicionera e indomable.
Pepe Bordalás no lo tendrá fácil para asaltar el fortín de su próximo rival, y es que nadie ha conseguido ganar allí en lo que va de temporada. Los catorce partidos disputados en Montilivi se han resuelto con diez victorias locales y cuatro empates, de tal forma que el ex entrenador del Alavés deberá quebrarse los sesos para buscar puntos débiles en el entramado de su próximo rival. Una buena forma de conseguir un resultado positivo podría ser espoleando el orgullo herido de los suyos, que cayeron en la ida en su propio estadio por cero goles a dos, por lo que cuentan con una oportunidad inigualable para consumar su venganza.