Partido vibrante el que se vivirá este sábado en el Benito Villamarin, partido que huele a Primera División de los años noventa, a equipos que juegan sin complejos buscando la parte alta de la clasificación. Sin embargo, en estos veinte años las cosas han cambiado mucho y Betis y Deportivo tuvieron que abandonar sus aspiraciones europeas, conformándose con lograr la permanencia con holgura y sin sufrimientos.
El recorrido de andaluces y gallegos ha sido similar y por este choque adquiere tanta importancia. Sus metas son idénticas, llevarse los tres puntos significa asestar un duro golpe a un rival directo y, por si fuese poco, Pepe Mel vuelve al estadio en el que toco la gloria como entrenador. Sin embargo, sus dos etapas en el banquillo verdiblanco acabaron con un sabor agridulce y por ello muchos hinchas béticos los recuerdan con cierto resquemor. Aun así, no cabe duda de que el estadio entero recibirá al técnico deportivista con una merecida ovación.
Sin embargo, sobre el césped no hay amigos y ambos conjuntos necesitan los puntos, sobre todo después de perder sus respectivos encuentros en la pasada jornada. Los sevillanos comenzaron con buen pie su partido contra el Villarreal pero terminaron cayendo goleados, mientras que los coruñeses lucharon a contracorriente contra la Real Sociedad, encajando cuatro tantos ante su afición. La situación, por tanto, es tensa para ambos clubes, que saben que una victoria los sacaría del pozo, dándoles margen de maniobra, mientras que otra derrota pondría muy difícil la opción de que sus entrenadores se coman el turrón en diciembre. En cualquier caso, con hombres como Tello, Sergio León, Fede Valverde, Florin Andone o Lucas Pérez sobre el césped, el espectáculo está asegurado y el precio de la entrada será una buena inversión, aunque puede que el miedo a perder se termine imponiendo e impida ver un partido abierto de ida y vuelta y muchas ocasiones.