Derbi andaluz de máxima rivalidad entre Málaga y Sevilla, equipos que no mantienen buenas relaciones deportivas ni institucionales y que afrontan todos y cada uno de sus enfrentamientos como si de finales se tratasen. Y para los hispalenses realmente lo es ya que lo único que le queda a los de Jorge Sampaoli esta temporada es aferrarse a los puestos que dan acceso a disputar Liga de Campeones la próxima campaña. Los de Nervión parecen tener prácticamente asegurada la cuarta plaza, sin embargo tienen a tiro el puesto que ocupa el Atlético de Madrid y que les permitiría afrontar la próxima pretemporada de forma más tranquila ya que evitarían jugar la previa. Equipos como Villarreal, Mallorca u Osasuna saben, por experiencia propia, que esta fase es traicionera y que puede dejar sin el sueño de disputar la Champions a cualquier conjunto, por fuerte que sea.
Por esta razón, Sampaoli optará por alinear a sus mejores futbolistas a pesar de haber disputado Liga entresemana. Los tiempos en los que el técnico argentino rotaba continuamente han pasado a mejor vida y ahora llega el tramo decisivo de la temporada, en el que los hombres de más calidad son los que deben dar un paso adelante y tirar del carro del conjunto sevillista. Vitolo, Jovetic, N´Zonzi o Sarabia deben poner el broche final a un año en el que una etapa se acaba para el club del Ramón Sánchez-Pizjuán, con la salida de Monchi a la Roma y con la más que presumible marcha de Sampaoli a Argentina.
Los blanquiazules, por su parte, pretenden alargar la buena racha que viven, tanto de juego como de resultados, y por ello buscarán incomodar al máximo a un equipo al que todo malaguista de pro desea ver perder. Hombres como Sandro, Camacho o Fornals están haciendo las delicias de la afición, que ya sueña con dar un salto de calidad la próxima temporada siempre y cuando consiga mantener a todos en la disciplina de la Costa del Sol en el mercado de verano.