Comienza el Villarreal una nueva etapa que no había querido afrontar desde la marcha de Marcelino. Roig decidió buscar la continuidad y apostar por un técnico de caché modesto, como es el caso de Fran Escriba. El ex entrenador del Getafe no gustó a nadie en la ciudad ni por fútbol ni por resultados, sin embargo consiguió el objetivo de clasificar al equipo para la Europa League y eso le permitió continuar un año más. Sin embargo, el valenciano estaba avisado y los pésimos resultados con los que comenzó la temporada lo colocaron en la puerta de salida, hasta que el 4-0 encajado el pasado fin de semana desembocó en su despido final.
Roig, no obstante, parece no escarmentar y ha decidido volver a entrenadores sin experiencia en la élite como ya hizo con Molina, Garrido o Velázquez, con suerte dispar. Será el turno, por tanto, para Javi Calleja, hasta ahora técnico del Villarreal B. Calleja ha obtenido buenos resultados con el filial, sin embargo muchos dudan de su habilidad para gestionar un vestuario plagado de estrellas como Sansone, Soriano, Bakambu, Bacca o Cheryshev. Lo vital, aun así, es cambiar la imagen dada por el equipo en tierras madrileñas, si bien es cierto que muchos opinan que el abultado resultado sirvió para que los jugadores le hicieran la cama a Escriba, técnico con el que pocos se encontraban cómodos en la plantilla.
En cualquier caso, la situación tampoco fue fácil para Escriba, que curiosamente cayó en un campo en el que ya fue destituido como local. Las lesiones de los porteros y de hombres como Soriano, Bruno o Cheryshev, el bajo nivel de otros como Álvaro o Trigueros y la presión asfixiante por parte de la grada eran factores que no auguraban nada bueno. Este jueves, además, los amarillos realizan un largo viaje hasta Israel en busca de un resultado positivo contra el Maccabi que les permite mantener sus opciones de alcanzar los octavos de final y rehacerse en torneo continental.