Lleva toda la temporada sufriendo el Deportivo, y aunque solo quedan tres partidos y aventaja en ocho puntos a la zona de descenso, parece que hasta la última fecha la hinchada gallega no podrá respirar tranquila. No ha sido un año fácil en La Coruña y la planificación de la plantilla ha dejado mucho que desear, sin embargo la bajísima puntuación de los tres últimos clasificados va a permitir que los blanquiazules se terminen salvando. Esta campaña, no obstante, debe ser vista de forma crítica por la directiva deportivista, que ha visto que dos grandes entrenadores como Gazika Garitano o Pepe Mel han tenido serios problemas a la hora de gestionar los escasos recursos del club de Riazor.

Así las cosas, el objetivo de Mel ahora es sumar una victoria que dé tranquilidad de una vez por todas a los suyos y que les permita posicionarse como el hombre indicado para guiar al equipo hacia cotas mayores la próxima temporada. El técnico madrileño ha contado con altibajos este año y esto ha sembrado algunas dudas en relación a su continuidad. Sin embargo, si cuaja buenas actuaciones de aquí a final de temporada se postularía como el futuro del equipo y podría renovar el actual panorama de la entidad.

El Espanyol, por su parte, afronta estos últimos encuentros con relativa tranquilidad ya que llega con los deberes hechos. A pesar de caer goleado contra el Barcelona el pasado fin de semana, el conjunto dirigido por Quique Sánchez-Flores ha completado una temporada extraordinaria en la que ha pugnado por llegar a los puestos europeos hasta el último momento. Ahora, el objetivo del club catalán es dar continuidad al proyecto y aprovechar estas tres jornadas para dar minutos a las prometedoras perlas del equipo barcelonés. Además Gerard Moreno querrá aumentar su cuenta goleadora y rebañar sus opciones de ser convocado por Julen Lopetegi con la selección española por vez primera.

Son Eibar y Espanyol dos de los conjuntos más fiables del campeonato español y lo han demostrado a lo largo de la temporada planteando serios problemas a sus rivales en todos y cada uno de los encuentros de la competición. Superar las líneas de ambos clubes resulta harto complicado ya que suelen jugar con la defensa adelantada, con todos sus jugadores muy juntos y con una solidaridad por parte de los atacantes digna de alabar. Así, vascos y catalanes se encuentran en la parte alta de la clasificación y sueñan con alcanzar la séptima plaza que podría dar acceso a la competición europea en caso de que el Barcelona se haga con la Copa del Rey, algo que no debería ser muy complicado para el club culé ya que el Alavés es un equipo de nivel muy inferior.

Por esta razón, el partido de este sábado en Ipurua será una batalla muy interesante en la que habrá en juego algo más que tres puntos. Además, será muy curioso observar qué equipo es capaz de llevar la iniciativa dado que ambos suelen jugar a la expectativa, explotando los contraataques y propiciando los fallos y la pérdida de balón del conjunto rival. A priori, los de Mendilibar parecen más cualificados para asumir esa tarea ya que el ex entrenador de Valladolid o Levante no desprecia la pelota y cuenta con jugadores que saben qué hacer con ella. Además, si Pedro León, Sergi Enrich, Adrián González o Takashi Inui tienen cinco opciones de gol, marcarán como mínimo dos tal y como vienen demostrando este temporada. El conjunto perico, por su parte, cuenta con menos hombres en el doble pivote capacitados para mover el balón de un lado a otro y de hecho Quique Sánchez-Flores ha desplazado a Jurado a una banda, donde ha dado un rendimiento excelente.