Georg Gänswein, arzobispo alemán, es el hombre que ha contado el estado de salud del piloto alemán Michael Schumacher. Ahora mismo el mismo no puede caminar o hablar, pero sigue siendo el mismo postrado en una cama según cuenta el amigo y secretario del Papa Benedicto XVI.
“Me senté frente a él, lo toqué con ambas manos y lo miré. Su cara, como todos sabemos, es la típica cara de Michael Schumacher, sólo se ha vuelto un poco más rellena”.
“Siente que a su alrededor hay gente que lo ama, que se preocupa por él y, gracias a Dios, mantiene alejado al público demasiado curioso. Una persona enferma necesita discreción y comprensión. No puede hablar o caminar”.
“La familia es el nido protector que Michael necesita desesperadamente. Su esposa es el alma de la familia. Por supuesto que incluyo a Michael y a su familia en mis oraciones”.